Un equipo de científicos del instituto coreano KAIST, del Instituto de Investigaciones Económicas Samsung de Seúl y del Robot Intelligence Technology Lab (RIT), de Corea, han diseñado genomas codificados informáticamente que, aplicados a criaturas artificiales, generan en éstas personalidades específicas.
Según aparece publicado en la revista Physorg.com, la posibilidad de proporcionarle su propia personalidad a formas de vida artificiales no sólo podría mejorar las interacciones entre los humanos y estas criaturas, sino que también permitiría estudiar el “origen de las especies artificiales”.
La primera criatura artificial que ha recibido su personalidad genómica es Rity, un programa informático con forma de perro que vive en un mundo virtual tridimensional, dentro de un ordenador.
Proceso evolutivo
El genoma de Rity está compuesto por 14 cromosomas que, unidos, suponen un total de 1.764 genes. Cada uno de éstos posee un valor determinado.
Según explican los investigadores en la revista especializada IEE Transactions on Systems, Man and Cibernetics, estos genes están divididos en tres tipos: genes fundamentales, genes relacionados con el estado interno, y genes relacionados con el comportamiento.
Para representar diversos tipos de personalidad, son necesarios un gran número de genes con sus valores asignados. La enorme cantidad de genes hace muy complicado asignar los valores deseados para cada uno de ellos de forma manual.
Por eso, los investigadores proponen como alternativa un proceso evolutivo (informático) que genera una codificación genómica para cada personalidad específica –la que desee el usuario- que pueda tener la criatura artificial.
Sólo así se puede generar una personalidad consistente, señalan los investigadores. La demostración de que este proceso funciona es Rity.
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