lunes, 19 de julio de 2010

Mi nombre es RT00156794 y soy una unidad biológica del año 3010.

 Fuente http://es.paperblog.com/piensa-y-gana-5-como-sera-el-sexo-de-los-humanos-en-el-futuro-lejano-seleccion-128207/

Mi nombre es RT00156794 y soy una unidad biológica del año 3010. Las cosas han cambiado mucho entre los humanos estos últimos siglos. De partida, el sexo no es usado para perpetuar la especie, ya que existen otros mecanismos menos impúdicos para hacerlo. En esta época sólo se trata de placer. Ahora puedes tener orgasmos de la mejor calidad usando softwares que, mediante frecuencias auditivas, te dan un estímulo neuronal capaz de suministrarte experiencias virtuales altamente placenteras. Por supuesto hay que pagarlo, pero existen versiones de menor calidad que están disponibles para la descarga libre.


El cuerpo humano también ha cambiado. El órgano sexual del macho ha disminuido ostensiblemente su tamaño mientras que el centro de placer de la hembra pasó de estar dentro a estar fuera.

Existen algunas unidades biológicas que se relacionan sexualmente como solía hacerlo nuestra especie hace algunos siglos: Intercambiando fluidos frotando sus cuerpos desnudos. Ellos declaran que se sienten “conectados con la madre natura” incurriendo en este tipo de prácticas. De cualquier manera, esta forma de relacionarse es muy mal vista por las demás unidades biológicas que abogan por la asepsia de la especie. Éstas últimas arguyen que actuar de esa forma es retrógrado.

Organizaciones del gobierno terrestre están en contra de estas conductas y hacen todo lo posible porque no ocurran, aunque aún se puede estar en contra de la ley...

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Gracias a la vida, la Tierra es como es

Autor: Eduard Punset 5 octubre 2008
James Lovelock, químico medioambiental, creador de la Teoría de Gaia
La vida no ha tenido suerte, dice James Lovelock, porque haya surgido en un sitio favorable a ella, sino exactamente al revés: la situación de la Tierra es favorable para la vida justamente porque la vida recrea un entorno favorable para su existencia. Visto de esta manera, nuestro planeta es un organismo que se autorregula y al que Lovelock ha bautizado Gaia.
Fecha de la entrevista: 2004-04-13
Lugar de la entrevista: Reino Unido


Web personal de James Lovelock.
"Necesitamos desastre y liderazgo": fragmento del último ensayo de Lovelock.
Entrada sobre la teoría de Gaia en Wikipedia (castellano e inglés).
Noticia que relata la polémica desatada cuando Lovelock se proclamó a favor de la energía atómica.


El químico medioambiental James Lovelock es una de las voces más emblemáticas de la ecología. Padre de la revolucionaria teoría de Gaia, en ella Lovelock compara la Tierra con un organismo que se autorregula para mantenerse vivo.


Eduard Punset:
Me imagino esa maravillosa fotografía de la Tierra vista desde fuera. Cambió la percepción de mucha gente de dónde estamos y qué somos.

James Lovelock:

Creo que fue una de las cosas más maravillosas que haya visto jamás: la fotografía de la Tierra desde el exterior. Pero creo que la verdadera visión, la más impactante, estaba en las mentes de los astronautas cuando miraron hacia su planeta. Si hablas con cualquiera de ellos, siempre te dirán lo conmovidos que se sintieron ante esa imagen y cómo eso los llevó a darse cuenta de que esa pequeña cosa era su hogar, no era la calle donde residían, ni la nación donde vivían, era su hogar.

EP:

Y era maravilloso…

JL:
Era maravilloso…

EP:
¿Conoces a Juan Oró, el científico?

JL:

Sí, claro que lo conozco.

EP:
Creo que coincidisteis en Houston…

JL:
Sí, vivimos juntos en Houston, estaba en la misma Universidad que yo.


En su casa, James Lovelock tiene montado su

laboratorio. (Fuente: smartplanet)


EP:
Él también estaba impresionado por estas cosas. Recuerdo una vez que nos vimos en Barcelona y me dijo “Eduard, las cosas van a cambiar. Ahora estoy convencido. Cuando la gente mire la Tierra desde fuera, la mentalidad cambiará, va a ocurrir algo extraño, algo revolucionario.” Y yo le dije: “¿Estás seguro?”. Bueno, yo no veo esos cambios, James, ¿y tú?

JL:
Tampoco, estoy de acuerdo contigo, no se han producido todavía. Y creo que se debe al hecho de que aún no hemos hecho suficiente daño a la Tierra para darnos cuenta de lo maravillosa que es. En algún momento del próximo siglo, pagaremos las consecuencias de todas nuestras acciones: la destrucción de la atmósfera, la supresión de los hábitats naturales… Y entonces nos daremos cuenta de lo maravilloso que era nuestro planeta.

EP:
Es increíble esta morosidad del cambio cultural. Cuando escucho a la gente decir: bueno, las cosas cambian muy rápidamente… yo tengo mis dudas. Con tu perspectiva, una perspectiva de la vida independiente y científica, ¿ves muchos cambios…?

JL:
Cambiar para que todo siga igual… Creo que todo es tribal. No importa el tipo de sistema existente, ya sea capitalista, comunista, religioso, cualquier cosa… siempre hay una jerarquía con un líder tribal, como en las tribus primitivas de hace siglos. Y no lo podemos cambiar, forma parte de nuestros genes, de nosotros. Y en este sentido nunca cambiará, siempre tendremos sistemas tribales.

EP:
Como los chimpancés…

JL:
Como los chimpancés. Nos parecemos tanto a ellos…


EP:
Se dice que tenemos suerte porque vivimos en un universo amable, con unas condiciones muy favorables para la vida. Pero tú, con tu visión de Gaia y del planeta vivo en el que estamos, dices que no es exactamente eso, sino que estamos en el lugar adecuado precisamente porque existe la vida, es la vida la que nos ofrece esta visión maravillosa y amable del planeta, proclive a la vida. ¿Es así?

JL:
Sí, Eduard, así es. Los científicos clásicos dijeron “qué suerte que la Tierra se encuentre justo a la distancia adecuada respecto del Sol, lo que hace que la temperatura sea la adecuada para todo ser vivo de la Tierra.” Pero esto no tiene sentido alguno. Quizá hubo un tiempo -cuando apareció la vida en la Tierra- en que ésta se encontró más o menos en el lugar adecuado. Sin embargo, una vez aparece la vida en el planeta, éste ya no evoluciona como suelen hacerlo los planetas, perdiendo su agua de forma constante, convirtiéndose cada vez en más desértico como ha ocurrido en Marte o Venus, sino que en cierto modo la vida se hace cargo de todo y controla la evolución. Por lo tanto, los dos sistemas evolutivos, el inorgánico y el vivo, se mueven al mismo tiempo, y eso hizo que el planeta sea siempre un lugar agradable para todo tipo de vida que pueda existir en este momento.

EP:
Y quizá podría existir otro tipo de vida…

JL:
Exactamente, así fue en el pasado. Cuando el mundo estaba habitado sólo por bacterias. Durante casi mil millones de años, existió con una atmósfera dominada por un solo gas, el metano o el gas natural que ahora conocemos. Y había muy poco oxígeno en la atmósfera. Sería un mundo que nos hubiese parecido muy desagradable, y probablemente muy maloliente también… Pero las cosas cambiaron, la vida evolucionó y nos proporcionó una atmósfera con oxígeno, como la que tenemos…


Una escultura de Gaia, la diosa griega de la naturaleza, observa
la charla entre Punset y Lovelock. (Fuente: smartplanet)

EP:
Lo cierto es que sin oxígeno, no habría ozono, y sin ozono habría mucha radioactividad procedente del espacio. ¿No es cierto?

JL:

Creo que se ha exagerado. No creo que sea tan importante como se suele decir. Mira, antes de que apareciese el oxígeno, podría no haber habido ozono. Y sin embargo, había vida, mucha vida. No creo que los rayos ultravioleta sean tan perjudiciales como solemos pensar. La diferencia entre la radiación ultravioleta aquí, en Inglaterra, o incluso en España, y las tierras altas de África como Kenya es de casi ocho veces. Estos rayos llegan hasta ocho veces más a Kenya y a esas regiones y ¿quién ha oído hablar de algún tratamiento por quemaduras solares? Nadie. La vida sigue. Es fácil acostumbrarse… El problema es que si la capa de ozono desapareciese ahora, las más afectadas serían las personas. El resto de la vida en la Tierra se adaptaría a las circunstancias rápidamente. Pero nosotros tenemos la piel muy clara y somos muy sensibles a las quemaduras solares, por eso nos afectaría, sin embargo, el resto de seres vivos no se verían tan perjudicados como nosotros.

EP:
Todo reside en observar la atmósfera porque es el factor más importante. Lo que te hizo pensar en Gaia es esta capa muy delgada, llamada atmósfera, que es algo muy particular de este lugar.

JL:
Es como cuando veo una persona. Cuando te veo, Eduard, sólo veo tu cara. Todo el mecanismo interno de tu cuerpo es invisible a mis ojos y ocurre lo mismo con la Tierra, la atmósfera es lo que se puede ver. Y si te fijas, está formada por gases combustibles como el metano, que se mezclan con el oxígeno. Es una atmósfera casi inflamable. Si la composición fuese distinta, explotaría. Es muy frágil y sin embargo perdura, se mantiene durante miles de millones de años. ¿Cómo es posible? Es la pregunta que vuelve una y otra vez a mi mente. Requiere que exista algo en la Tierra que regule la atmósfera y la mantenga constante.

EP:
Y esto es la vida. El concepto de vida es muy importante para todos nosotros. Significa cosas distintas. Incluso para los biológos. Pero si dices que el planeta está vivo, es incluso más importante. Pensemos por un momento qué es la vida, ¿qué es la vida para ti?

JL:

Bueno, soy un científico. Pero los científicos pertenecemos a tribus distintas: biólogos, físicos, químicos… y si les preguntas a cada uno de ellos qué es la vida, todos te darán una respuesta distinta. El biólogo te dirá que es algo que se reproduce a sí mismo y que los errores reproductivos son corregidos por la selección natural, es lo único que debe saberse sobre la vida. Y el químico te dirá que es algo que metaboliza, que coge elementos químicos del entorno, los procesa y los devuelve, y todo el sistema se mantiene siempre en un estado maravilloso, en un estado constante que logra estar fuera del equilibrio. Y un físico te dirá: “nada de eso, es un sistema que funciona como un frigorífico: coge energía libre, la transforma y se construye a sí mismo como una estructura que disipa energía”.


Los rayos ultra violeta no son tan dañinos para la vida como
suele pensarse, dice Lovelock. (Fuente: smartplanet)
EP:
Disipación, me gusta esa palabra.

JL:
Creo que la verdad es que todos nuestros científicos han viajado sólo un poco al pasado para entender qué es realmente la vida. Es una de las preguntas que tendremos que resolver en el futuro, dar una definición adecuada de la vida…

EP:
¿Podríamos hablar de la senectud del planeta?, ¿Habría superado la línea divisoria entre la juventud y la senectud? ¿Gaia la habría cruzado?

JL:
Así es. Es una señora mayor que se merece un respeto.

Gaia existe desde hace quizá 3 mil o 4 mil millones de años pero se calcula que no le quedan más de mil millones de años antes de morir. Es una señora mayor. Se parece a mí, que casi tengo ochenta años. Todavía podemos dar guerra pero las cosas ya están empezando a deteriorarse… Y hay que tener esto presente.


EP:
Hay todo tipo de amenazas, cosas terribles que van a ocurrirle a nuestro planeta si no cambiamos con urgencia nuestra forma de comportarnos y relacionarnos, ¿qué dirías tú? ¿Crees que podemos hacer algo?

JL:
Estamos empezando a comprobar los primeros cambios adversos que se están produciendo en la atmósfera como consecuencia de nuestras acciones. El dióxido de carbono en la Tierra está empezando a aumentar y si pensamos en Marte y Venus, que están cubiertas de dióxido de carbono, sabremos que este aumento pone de manifiesto que estamos dañando la Tierra y esto es algo que debe preocuparnos. La destrucción de los hábitats, como por ejemplo la pérdida de la selva amazónica, no sólo impide el sustento de las personas sino que afecta al clima y al bienestar del mundo entero. Es decir, no tenemos que pensar en la humanidad, vivimos en un siglo en el que los derechos humanos han estado en el centro de todas las preocupaciones, pensamos que lo más importante es beneficiar a la humanidad, y yo digo que este planteamiento es erróneo. Deberíamos preocuparnos primero por la Tierra porque dependemos totalmente de ella. Si lo damos por sentado y no la cuidamos, entonces toda la humanidad sufrirá.

EP:
Y dices que hay muchas cosas que la Tierra debe seguir haciendo, y que sería una locura pensar que la única preocupación del planeta es que la Humanidad siga viva y feliz.

JL:
Exactamente. Tenemos que preocuparnos por la Tierra. Una cosa que podríamos hacer, por ejemplo, sería obtener mucha más comida gracias la industria química, o la biotecnológica. No necesitaríamos utilizar tanta extensión de suelo para cultivar alimentos o en cualquier caso sólo de forma muy limitada. Por tanto sí que existe una salida, pero es una salida basada en la tecnología, no en su abandono. Otra cosa que podríamos hacer desde un punto de vista práctico, sería dejar de tener miedo a la energía nuclear. Sé que tenemos razones de peso para temer la guerra nuclear ya que ha sido destructiva para la civilización. Pero la energía nuclear es buena. Es la única fuente de energía que no daña la atmósfera. No provoca daños. Sólo supone una amenaza para las personas, no para la Tierra.


La salvación de Gaia, tal como la conocemos, depende del correcto empleo
de la tecnología, dice el conservacionista. (Fuente: smartplanet)


EP:
¿Y dónde están las amenazas? ¿Qué es lo que nos puede asustar?

JL:
Se pueden ver muchas. Mira el verano de 2003 en Europa, el calor excesivo acabó con la vida de 20.000 personas, este tipo de amenaza se produce cada vez con más frecuencia y la gente no es del todo consciente. Esto es verdaderamente una amenaza.

EP:
¿Y qué otras amenazas hay? El calor…

JL:

Y la subida del nivel del mar. Es una amenaza enorme para las ciudades costeras del mundo. No es necesario que el mar suba muchos metros desde su nivel actual para que sean inhabitables. Y no deja de subir…

EP:
Debido a los cambios térmicos…

JL:
Sí, el mar es como un termómetro. A medida que se calienta, se expande. Pensemos que una ciudad como Londres se vea inundada y resulte inhabitable debido a la subida del nivel del mar. Entonces la gente se unirá y se dará cuenta de que la Tierra, su hogar, nuestro planeta, Gaia, está en peligro. Y entonces se unirán como en tiempos de guerra y aceptarán hacer sacrificios comunes que habitualmente no hacen. Ahora es inútil decirle a la gente que no coja tanto el coche porque daña el medioambiente. Te contestarán que lo haga otro, que ellos no lo van a dejar porque sus puestos de trabajo son demasiado importantes… Pero en tiempos de guerra, las cosas son distintas. La gente cambiará.

EP:
Viniendo de ti, el gran conservacionista, es asombroso escuchar que la tecnología y la ciencia son la única solución, que la naturaleza por sí sola no nos va a salvar.

JL:
Sí, es cierto, si volviésemos 200 años atrás cuando sólo éramos mil millones de personas habitando el planeta, podríamos habernos salvado con las energías renovables, la agricultura biológica, las medicinas alternativas y todo lo demás y no hubiese importado. Podríamos haber hecho lo que hubiésemos querido, pero ahora tenemos que pagar el precio de haber aumentado la población hasta 6 mil millones. Ejercemos tanta presión sobre la Tierra que nos vemos obligados a recurrir a la tecnología para alimentarnos y mantenernos. Y dejar de robarle a la Tierra todas esas distintas pertenencias, que son las que cuidan de las selvas del planeta.

Cine y ciencia en busca de la condición humana

Autor: Eduard Punset 5 octubre 2008
David Cronenberg, cineasta, director de Spider y La mosca
Cercano al planteo de la Tercera Cultura, David Cronenberg busca explorar la condición humana en sus películas partiendo del trasfondo científico. Aquí, discute con Eduard Punset sobre la complejidad de la mente humana, la condición cambiante de la vida, la tarea del arte y su relación con la ciencia y sobre otros temas que hacen de Cronenberg uno de los cineastas más destacados de la actualidad.
Fecha de la entrevista: 2002-12-22
Lugar de la entrevista: Barcelona

Enlaces

Entrada de David Cronenberg en Internet Movie Data Base.
Sitio web oficial de la película Spider.


El cieneasta canadiense David Cronenberg ha dirigido películas de terror y de ciencia ficción en las que combina la fantasía con los últimos descubrimientos tecnológicos. En una de sus últimas películas, Spider, llega a lo más profundo de la mente humana a través de un personaje atormentado por sus recuerdos de la infancia.

Eduard Punset:
No hay nadie entre la audiencia que se pregunte por qué nuestro invitado es el director de cine David Cronenberg. Tú has establecido una relación tan densa con la ciencia… ¿Tú estudiaste un poco de ciencias?

David Cronenberg:
Sí, en un momento determinado pensé que sería un escritor científico, como el escritor Isaac Asimov, que era un científico en activo muy respetado, que escribió libros de investigación, pero también escribió libros de ciencia ficción. Y cuando era niño aspiraba a ser escritor, no director de cine, porque mi padre era escritor. Para mí, la ciencia siempre ha sido muy interesante, y una fuente de inspiración. Empezando por la entomología: me encantan los insectos y siempre me he visto como un Nabokov junior, que era especialista en lepidópteros y trabajaba sobre mariposas y polillas. Así que, en efecto, durante muchos años pensé en ser un artista científico.

EP:
Tienes una frase tremenda: “todos somos científicos locos, y la vida es nuestro laboratorio”. Lo que dices es que todos experimentamos para protegernos del caos y la locura. Y lo curioso es que los científicos a veces dicen ¡eureka!, porque han encontrado algo bueno. Sin embargo, tú no dices esto. En muy pocas ocasiones te he visto que en los experimentos digas: eureka.

DC:
Porque, creo, y sobre todo como artista, que no existen pruebas de que se haya conseguido algo, de que se llegue a alcanzar algo finalmente demostrable. Si eres un Einstein, al ver explotar la bomba atómica, puedes demostrar -aunque él no estaba muy contento- que su teoría era correcta. Pero como artista, se vive constantemente en la incertidumbre, y también la vida es incierta, no existen pruebas, sólo preguntas.


Para Cronenberg, el cine y la vida son un laboratorio.
(Fuente: smartlanet)
EP:
Sin embargo, hablando de la incertidumbre de la vida, existe algo que es cierto: la muerte. Algunos críticos han dicho que tus películas están siempre rozando nuestra destrucción inminente.

DC:

Sí, de alguna manera creo que soy un existencialista. Creo en la descripción del sentido de la vida de existencialistas como Jean Paul Sartre o Heidegger -aunque él no se consideraba un existencialista-. Creo que sus descripciones de la vida son muy fieles: entramos en la vida con muy poco tiempo para realmente poder comprender la enorme cantidad de información y, sin embargo, debemos tomar decisiones sobre la vida importantísimas para nosotros mismos con una información mínima. Quiero decir, la vida no funciona como un experimento científico en un laboratorio, donde se puede eliminar toda influencia externa, se puede uno concentrar en las dos o tres cosas en que está interesado y excluir todo lo demás. La vida es tan compleja, incluso para los científicos, que hasta la predicción meteorológica ha demostrado ser imposible. Algo tan simple como esto es imposible, debido a que son muchas las variables y están en cambio constante.

EP:
¿Conoces la anécdota de Fitzroy, el capitán del barco en que viajaba Darwin por el mundo? Fitzroy montó un pequeño laboratorio para predecir el tiempo en Inglaterra. En realidad, fue el primer laboratorio meteorológico del mundo. ¿Y sabes lo que le pasó? Se suicidó porque estaba harto de equivocarse siempre.

DC:
Es fantástico, porque gracias a los ordenadores hemos llegado a acercarnos más que nunca a poder ser exactos en la predicción del tiempo, pero incluso con el inmenso poder de la informática que tenemos ahora, lo cierto es que nunca tendremos el cien por cien de exactitud sobre nada. Pero esto es sólo un ejercicio intelectual. Las personas son los únicos seres vivos que piensan que deberían ser perfectos en todo. No existe nada en el universo a lo que le importe este perfeccionismo intelectual.


EP:
Existe un neurólogo -en realidad es un fisiólogo de Nueva York, Rodolfo Llinás- que nos recuerda -al igual que Richard Gregory, en Bristol, en el Reino Unido- que el cerebro está parcialmente en la oscuridad y sólo recibe señales codificadas a través de un oído que no funcionan muy bien y de una vista con conjuntivitis que, por lo tanto, tiene que elucubrar. Y lo curioso es que Llinás dice que existen algunas actividades del cerebro -actividades automatizadas- en las que podemos confiar, como son respirar, digerir, sudar, pero lo curioso es que las personas se han olvidado de esto y tienen una enorme fe en los poderes discrecionales del llamado cerebro consciente, del que no te puedes fiar en absoluto.

DC:
En muchas de mis películas trato el tema de que en la percepción humana no existe nada más que subjetividad: todo es subjetivo. Incluso filósofos como Kant ya se habían dado cuenta de esto: toda la información que percibimos está estructurada y mediada por el cerebro, pero éste no se basa en tanta información, comparada con la que sabemos que es posible. Por eso hemos inventado máquinas, para poder ampliar los oídos, la vista, la boca. Nuestra tecnología es un intento de ampliación de nosotros mismos. Intentamos proyectarnos en el mundo y retroalimentarnos para poder percibir de alguna manera lo que no podemos percibir directamente. De forma que cuando las personas hablan de la tecnología en oposición a lo humano, creo que se equivocan completamente. Sólo existe lo humano, lo humano, la única tecnología es la tecnología humana.

EP:
Esta es la gran diferencia entre tu forma de ver la tecnología y la forma en que estamos acostumbrados a hacerlo. Si miras películas como 2001 Odisea en el espacio, puedes ver que existe un conflicto entre el ordenador y la inteligencia humana. En tu obra, como muy bien dices, es más bien una extensión, hay una fusión de lo humano con las máquinas o con la realidad virtual, por ejemplo, en tu maravillosa película La mosca.


David Cronenberg y Ralph Fiennes en el set de Spider.
(Fuente: www.spiderthemovie.com)
DC:
Para mí, el cine es una fusión entre la tecnología y la mente humana. Cuando vemos una película es tecnología. Creemos que lo que vemos en la pantalla son seres humanos, pero en realidad vemos una luz modulada por lentes grabada en una cinta o película, de forma que todo es tecnología, pero que está al servicio de una respuesta humana: es todo humano, pero también todo es tecnología. Por ejemplo, en mi última película, Spider, que es una película expresionista en el sentido de que proviene del interior de la mente del protagonista. De forma que cuando lo vemos caminando por las calles de Londres, y las calles están vacías, tú sabes que nunca en la historia de Londres las calles han estado vacías. Pero en la película lo están. Así, el momento en que Spider se queda quieto en medio de la calle es un momento muy expresionista, ya que no es lo que nosotros veríamos si estuviéramos allí, sino lo que siente Spider. Expresa su soledad, su incapacidad de comunicarse con los otros. El cine, por supuesto, es una forma artística de alta tecnología, y no ha podido existir hasta después de 10 mil años de tecnología humana que lo han hecho posible. De forma que yo encuentro cómico, y muy difícil de aceptar para las personas, el decir que la tecnología sea algo inhumano, sea antihumana, cuando en realidad son los seres humanos los que la han creado para que les sirva.

EP:
¿Sabes una cosa que me fascinó en Spider? El personaje de la señora que está al mando de todo. Me recordó, por su agresividad y la forma sistemática de estar presente, incluso cuando no lo está, a la voz que oye el esquizofrénico, que le dice: haz esto, no hagas lo otro…

DC:
Lo que dices es muy interesante. El escritor del libro Spider, que también fue el guionista de la película, es un inglés llamado Patrick MacGrath. Su padre era el jefe médico de la prisión de Broadmoor, un hospital mental para criminales. Y cuando era niño vivía allí, porque su padre vivía allí, era el jefe, y como él dice, los esquizofrénicos y los asesinos sanguinarios fueron sus niñeras, cuidaron de él cuando era pequeño. Por su padre, y por el tipo de educación que tuvo, le preocupaba mucho al escribir el libro el ser muy preciso con los llamados síntomas de la esquizofrenia, pero cuando estaba dirigiendo la película le dije que no tenía ningún interés en mostrar una especie de lista clínica de los síntomas porque estábamos intentando crear a un ser humano, una persona, un individuo, y no me quería preocupar de lo que tradicionalmente se considera que son los esquizofrénicos. Yo creo que, hasta cierto punto, el camino hacia la verdad artística es diferente del camino hacia la verdad científica, y que en un momento determinado se cruzan. Por tanto, para mí resulta interesante haber dicho que no me iba a preocupar de los síntomas de la esquizofrenia y que tú que has visto la película, los reconozcas inmediatamente. Porque es algo de lo que no éramos conscientes, aunque, si la sensibilidad del artista está sintonizada con el tema, la verdad estará presente en la pantalla.


EP:
Porque al final, tu interés real es cómo curar la enfermedad de la mortalidad…

DC:
Yo no separo nunca la filosofía de la ciencia y, por supuesto, en la historia de las dos hay un encuentro constante. Ahora nos olvidamos de esto, y es fácil olvidar y pensar que la ciencia es una especie de tecnología humana, en lugar de verla como una búsqueda filosófica, en parte. Para mí, el hacer películas es una exploración filosófica. En mis películas, intento encontrar una comprensión de la condición humana que valga específicamente para mí, pero también en general. En realidad, en mis películas lo que intento es crear un trabajo filosófico.

EP:
La muerte es algo que preocupa a la gente. ¿Qué crees tú? Cuando yo hablo con los científicos me dicen que los átomos son prácticamente eternos y yo a menudo les pregunto: si los átomos son eternos y sólo existen los átomos y el vacío ¿qué es lo que muere cuando morimos? ¿Qué es lo que deja de funcionar? ¿Qué piensas sobre esto?

DC:
Bueno, antes que nada tengo que decir que soy ateo, y que no creo en una vida posterior, ni en Dios. Sin embargo, esto no quiere decir que no sea un humanista. Al contrario, de hecho lo soy y mi filosofía es que los seres humanos son todo lo que tenemos. Tenemos que cuidarnos y comprendernos, puesto que no habrá una vida posterior en la que todo el mundo resucitará y todo el mal se convertirá en bien… En ese sentido, digamos que soy un humanista existencialista, pero no me hace sentir bien el saber que los átomos de mi cuerpo vivirán eternamente porque ya existían cuando yo no vivía, y que cuando muera todo será exactamente igual que antes de que naciera: en otras palabras, inexistente. Porque lo que hace al ser humano es la organización de los átomos en moléculas, en tejidos, en órganos, y la identidad entonces es la acumulación de percepciones de memoria y de sensibilidad. Spider trata el tema de la identidad y de la memoria: ¿cómo es posible lo que somos, quiénes somos, que cuando nos levantamos por la mañana tengamos que recordar nuestro nombre, quiénes somos, dónde estamos, en qué idioma hablamos, y que cada mañana nos reinventemos a nosotros mismos?


"Spider proviene de la mente del protagonista." La naturaleza humana
es el trasfondo del cine de Cronenberg. (Fuente: smartlanet)
EP:
Y a veces no lo hacemos.

DC:
Y a veces nos olvidamos de un poco o de todo. Cuando mucho de lo que somos está basado en nuestros recuerdos; realmente todo, excepto cosas como respirar, las funciones fisiológicas automáticas. Y sin embargo podemos ver en Spider que el personaje cambia constantemente los recuerdos. Los redirige, los reinventa, es como un director de cine que está redirigiendo sus propios recuerdos, y todos tenemos experiencias así: nos olvidamos de cosas o no podemos recordar algo, y más tarde nos damos cuenta de que no era posible que hubiéramos estado allí; que alguien nos debió haber contado la historia y la incorporamos en nuestra memoria como si fuera un recuerdo real. Así que la cuestión de la identidad es muy extraña. Todo esto es para decir que la muerte es para mí el final de lo que más queremos, que es la identidad, y hay que aceptarla. No hay ninguna forma de esquivarla. Este es el extraño contrato que firmamos cuando nacemos, sin saber qué es lo que estamos firmando y gran parte de la cultura humana es un intento de aceptar esto. El arte, en su mayor parte, creo que realmente trata de la mortalidad, y también casi toda la religión se ocupa de la mortalidad, y por eso inventamos la inmortalidad. La religión, desde mi punto de vista, es la invención de la inmortalidad para no tener que enfrentarnos a la realidad de la muerte; para mí se es más valiente aceptando el contrato tal como es, claramente.

EP:
Has dicho que te fascinan cosas como el funcionamiento de una célula en el organismo. Es interesante pensar en la subdivisión de las células porque, al verlas en el recientemente desarrollado microscopio de dos fotones, parece que van por su cuenta, y uno piensa “pertenecen a mi cuerpo, pero no sé quién las dirige”. Esto es más o menos lo que tú opinas. Bueno, pues ahora puedes ver esas células que probablemente no podías ver cuando escribiste tu libro. Creo que después de verlas se llega a entender mejor lo que antes decías. Es realmente increíble el ver esas células: se les inserta algo, llamémosle comida, y las células corren en dirección a la aguja, y entonces se desplaza la aguja y se ve como la siguen. Y entonces uno se pregunta: ¿Y yo qué papel hago?

DC:
En efecto, es muy interesante. Cuando nos observamos a nosotros mismos, de uno u otro modo somos un cúmulo de células. En el cuerpo humano ocurre como en la sociedad: hay un intento de organizarse, porque sólo a través de la organización puede darse esa complejidad y esa fuerza, pero también hay una lucha por el dominio incluso en el interior de un solo órgano de nuestro cuerpo. Y desde luego en la gestación, cuando se produce el embarazo también se produce una lucha entre el cuerpo de la madre y el del bebé: es realmente algo así como una lucha, porque la placenta se hace un lugar en el interior de la madre, no es algo amable sino duro y difícil, una lucha. Pero aquí estamos: hay muchas células en mi cuerpo, y la mayoría trabajan coordinadamente para dar lugar a esta conversación.



Todo es flujo según Cronenberg, y por eso rehuye de
lo estático. (Fuente: smartplanet)

EP:
Pero realmente no sabemos quién lo dirige. ¿Quién crees tú que está al mando, que es responsable de este proyecto, del tuyo en particular? ¿Es algo que hay en el cerebro? Algunos, como Dennett, dicen que no hay nadie que sea responsable, que no hay nada, que ni siquiera hay un responsable del mantenimiento.

DC:
Creo que hay que entenderlo como un flujo: no hay un momento particular en el que puedas decir que esto es la realidad, aquí es donde reside el control y permanece para siempre o durante años. Es un flujo constante. Por ejemplo, en el cuerpo humano, cuando estás durmiendo, ¿quién lleva el control? Bueno, es la respiración automática, etc., mientras el cerebro hace vacaciones. Y se despierta cuando tú te despiertas. Creo que es lo mismo con la sociedad y quizá también lo sea en el universo. Es un flujo constante, y hay un continuo cambio de las cosas. No existe un instante en el que puedas decir “eureka”, y tenerlo todo ahí, porque al segundo de haber dicho eso ya todo ha cambiado.

EP:
¿Dónde te situarías en el debate actual entre los que dicen que la violencia es algo que está en nuestros genes, es una ley de la evolución, que no se puede hacer nada al respecto a no ser modelarla, y los científicos que hablan incluso de la suma no-cero, para los que la historia de la evolución es una historia de colaboración de células que colaboran? Quizás no es tanto una lucha de unas contra las otras, sino más bien una historia de colaboración. ¿A ti que te parece?

DC:
La historia de la colaboración también puede verse como la historia de la lucha por la dominación, es decir, ya sabes “el gen egoísta” y toda la teoría de Dawkings: si el egoísmo sólo puede alcanzarse por la colaboración, entonces tiene que haber colaboración. Tenemos las dos cosas en una, y yo creo que esto abre muchas esperanzas. Porque creo que no todo está genéticamente determinado, pero muchas cosas sí lo están. Hemos tomado la evolución en nuestras propias manos porque ésta ya no se produce de la manera en que solía ocurrir. Por ejemplo, un hombre que sea muy rico y tenga muchas amantes, es muy atractivo porque conduce un coche muy bonito, no porque sea muy fuerte, no porque pueda imponerse físicamente… Puede que sea muy débil físicamente, pero sabe cómo conseguir dinero, y por eso tiene muchas amantes, tiene muchos hijos, y sus genes se propagan. Mientras que el hombre que es muy fuerte pero no es muy guapo no tiene este tipo de atractivo en un cierto tipo de sociedad. Entonces podemos decir ¿dónde está la evolución en un caso así? Además, ahora podemos ir a la estructura genética -no ya en general sino en individuos concretos- y cambiarla después de haber nacido y de haberse desarrollado hasta adulto; entonces podemos ir y empezar a intervenir en la estructura genética. Nosotros, nuestras mentes se están convirtiendo en una parte de la evolución de una manera nunca antes vista. Y, sin embargo, sabemos no por la teoría del caos sino por la filosofía en general, que es imposible predecir todas las variables posibles, de manera que nunca sabemos exactamente cuáles van a ser los resultados de nuestros actos. No podemos predecir absolutamente todas las consecuencias de la investigación sobre células madre. Pero tenemos una intuición, un presentimiento, de que este tipo de investigación nos conducirá a los descubrimientos más extraordinarios e increíbles, a la capacidad de cambiar la vida sobre la tierra. Y, por supuesto, como todo lo que hemos inventado, todo lo que hemos creado, se puede usar para fines positivos o para fines destructivos y negativos. Podemos predecir que ambas cosas sucederán. Pero parece haber una fuerza, una ola que empuja; es como abrir la caja de Pandora: una vez abierta ya no es posible cerrarla, y esa parte ya está abierta.


"En los humanos parece existir un deseo de relatos."
(Fuente: smartplanet)
EP:
¿Qué opinas de lo que decía Peter Greenaway, el director inglés? Si no recuerdo mal decía algo así como que Casablanca representa el pasado, porque es la industria cinematográfica basada en la industria editorial, mientras que en el futuro la realización de películas no tendrá nada que ver con la industria editorial: serán imágenes, o algo que todavía no conocemos. ¿Cuál es tu opinión?

DC:
Bueno, en primer lugar sus películas me parecen muy interesantes. Sé que mucha gente las odia con pasión, pero a mí me parece que son interesantes, incluso cuando creo que no son perfectas; me alegro de que exista y de que produzca películas. Respecto a Casablanca, si fuera una novela, sería malísima, una novela barata, simple y esquemática, romántica, sentimentaloide: no la podríamos comparar con las obras de James Joyce o Kafka o Saul Bellow, nunca pensaríamos que se trataba de una gran novela. Por lo tanto, es extraño que se la considere una gran película. Tengo que decir que estoy de acuerdo con Greenaway: Casablanca nunca me ha parecido una gran película. Pero si hablamos de predecir hacia dónde va el cine, no estoy tan seguro de que la narratividad, el contar historias, vayan a desaparecer completamente. Parece existir en los seres humanos un deseo de relatos, historias con un planteamiento, un nudo y un desenlace. Y creo que tiene su origen en la vida: primero somos jóvenes, luego mayores, luego ancianos, y finalmente morimos, y ahí se acaba la historia. Creo que en nosotros hay un deseo de repetirnos a nosotros mismos esta historia constantemente, de muchas maneras diferentes. Muchas de mis películas se acaban con la muerte del héroe, lo cual en cierto modo es una historia perfecta. De manera que no estoy de acuerdo con Greenaway en que las películas abstractas o basadas puramente en imágenes vayan a convertirse en el cine más importante del futuro.

EP:
Mi propia experiencia, al intentar hacer la ciencia accesible a la gente, es que tenemos que usar, mucho más de lo que lo hemos hecho en el pasado, las técnicas del cine. Quiero decir que las bacterias tienen que enamorarse… Ha de haber una historia, porque si no a la gente no le interesa.

DC:
Creo que eso también guarda relación con la inteligencia humana. Es una manera de codificar información que resulte comprensible y que pueda ser recordada también. Si pensamos en la tradición oral de la poesía, cuando no había literatura escrita pero sí grandes sagas que se transmitían oralmente: ¿cómo se llegaba a memorizar todas esas cosas? Era gracias a la repetición, y al hilo narrativo, y al relieve de los personajes. Creo que parte de la inteligencia humana, de nuestra capacidad intelectual, está relacionada de algún modo con lo narrado.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Clonación humana: Experimentando con niñas muertas y óvulos de vaca (VIDEO)

Un científico asegura que puede crear clones de seres humanos utilizando material genético de cadáveres y óvulos de vaca. Panayiotis Zavos, devenido en el Dr. Frankenstein del siglo XXI, ha puesto en marcha en las últimas horas un proceso que permitirá recrear una niña llamada Cady, que falleció a la edad de 10 años en un accidente automovilístico. Once embriones ya fueron implantados en mujeres voluntarias.
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Cada paso que se realiza en las investigaciones orientadas a conseguir clones de seres humanos reaviva las polémicas sobre la ética de tales procedimientos y si el hombre debe, o no, realizar este tipo de experimentos. A pesar de que casi toda la comunidad científica coincide en que por sí este tipo de práctica no es “mala” –aunque otros sectores, como la iglesia católica se oponen fuertemente- lo cierto es que algunos proyectos son lo suficientemente extraños como para encender algunas luces de alarma.


Panayiotis Zavos
Panayiotis Zavos es un científico que, desde hace décadas, ha experimentado con la clonación de mamíferos. A lo largo de su carrera a tenido éxito al duplicar conejos y otros animales pero, en los últimos años, comenzó a trabajar en una línea de investigación nueva, que permitiría utilizar óvulos de vacas como base para la elaboración de fetos humanos. Según el especialista, estos óvulos son más fáciles de conseguir y permiten una manipulación más sencilla y siempre que el material genético aportado sea humano, el feto resultante no se parecerá más a una vaca de lo que se asemeja tu suegra a una foca. Sin embargo, no deja de ser inquietante que un niño haya sido –en sus orígenes- parte de una vaca.

El polémico médico asegura que, en los últimos días, ha realizado los trabajos necesarios para producir catorce embriones humanos, todos ellos creados a partir del ADN de Cady y óvulos vacunos. Once de estos embriones ya fueron implantados en cuatro mujeres que previamente habían dado su consentimiento para participar del experimento, y estaban debidamente preparadas para albergar a los bebés clonados. Todos los pasos que Panayiotis tuvo que realizar para conseguir este logro fueron grabados en video, para que posteriormente sean editados en forma de documental. La empresa encargada de filmar la película ha declarado que, efectivamente, la clonación se realizó con éxito y que las mujeres estaban realmente embarazadas.



Cady falleció a la edad de 10 años
Ninguno de los embriones transferidos culminará en un alumbramiento, pero el Dr. Zavos considera que este es el “primer capítulo” en su plan para producir bebés perfectamente normales y sanos a partir de células de la piel de su “padre”. “No hay absolutamente ninguna duda sobre esto. No hay forma de que esto no ocurra”, dijo el Dr. Zavos ayer en una entrevista. “Si intensificamos nuestros esfuerzos podemos tener un bebé clonado dentro de un año o dos, pero no sé si lo haremos. No estamos bajo la presión de traer un bebé clonado a este mundo. Lo que estamos tratando de hacer es crear un bebé clonado que sea saludable ", agregó.

Sabemos que se necesitaron 277 intentos antes de que la oveja Dolly pudiese nacer. Los 276 fetos anteriores a ella terminaron en desastres que no fueron capaces de sobrevivir. Algunos creen que no puede hacerse lo mismo con fetos humanos. Sin embargo, para Panayiotis el procedimiento de clonación se ha perfeccionado muchísimo y ahora es más eficiente, aunque la mayoría de los expertos en este campo creen que todavía es demasiado peligroso para comenzar a experimentar. Zavos desestimó esos temores diciendo que “muchos de los problemas relacionados con la clonación de animales” - tales como defectos congénitos y de gran descendencia – “se han minimizado.” No obstante ello, la inclusión de los óvulos de vaca en medio de todo este proceso no ha hecho más que agregar combustible a la polémica. Mientras tanto, los experimentos siguen su curso. Esperamos que la discusión se haga en un marco respetuoso y sin insultos, por favor. Eso o los clonamos nosotros mismos

Movimiento Raeliano: Sexo, clones y alienígenas

Con algunas características propias de los movimientos religiosos, la ciencia e incluso las sectas, el movimiento raeliano sostiene que somos el resultado de los experimentos genéticos de una raza de extraterrestres enanos. Claude Vorilhon, su líder, recibió esta información directamente de un extraterrestre que lo contactó en 1973, dentro del cráter de Puy de Lassolas. Los seguidores de Vorilhon, quien además asegura que su madre lo concibió cuando fue aducida por extraterrestres, no creen en Dios, el Alma o el Infierno, pero promueven la clonación, la geniocracia y el sexo libre entre sus miembros.
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Claude Vorilhon, el personaje que encabeza el Movimiento Raeliano, nació en Vichy, en 1946. Su vida cambió el 13 de diciembre de 1973, cuando en el cráter de Puy de Lassolas, uno de los volcanes en Clermont-Ferrand, se encontró con un extraterrestre enano, del tamaño aproximado de un niño. El extraterrestre no solo lo saludó como si lo conociese de toda la vida, sino que lo invitó a subir abordo del OVNI que lo transportaba. Una vez allí, palabras más, palabras menos, le contó la verdadera historia detrás del Antiguo y el Nuevo Testamento.

La versión de este extraterrestre (perteneciente a una raza antigua llamada Elohim) sobre el origen del hombre se encuentra a mitad de camino entre una novela de Michael Crichton y el relato de un adicto a la metanfetamina. De forma muy resumida, lo que se le reveló a Vorilhon en el plato volador fue que, hace mucho tiempo, en un planeta muy lejano, unos extraterrestres semejantes a los hombres (pero más pequeñitos) aprendieron a crear vida en el laboratorio. Una parte de los habitantes del planeta se escandalizó del descubrimiento e instó a los científicos a continuar sus experimentos en algún planeta alejado. La Tierra fue el lugar elegido para que los expertos en genética Elohim (“los que vinieron del Cielo”, según la interpretación raeliana de la Biblia) crearon a los hombres (clonación mediante) “a su imagen y semejanza”. Como suele ocurrir en estos casos, sorprendidos por la agresividad de sus criaturas (parece que monstruos de Frankenstein hay en todos lados), los dejaron liberados a su suerte.


Rael junto a una seguidora: "¡mirá que blancos tengo los dientes!"
Sin embargo, la carne Elohim fue débil y algunos científicos se reprodujeron con mujeres terrestres, lo que dio origen al pueblo judío. Mientras tanto, en la otra punta de la Galaxia, un grupo Elohim opositor, que no se había beneficiado de las mieles de las terrestres y liderados por un tal Satanás, decide que el experimento en la Tierra debe llegar a su fin y les envía un “diluvio” en forma de bombas termonucleares. En un movimiento desesperado, algunos de los Elohim que se encontraban en la Tierra logran salvar a algunas de sus criaturas en la versión raeliana del Arca de Noé: una nave espacial. Después del bombardeo, los Elohim caen en la cuenta que ellos mismos habían sido creados por otra raza alienígena, y deciden dejarnos en paz. Para informarnos las buenas nuevas envían mensajeros a la Tierra, entre ellos a Moisés, Buda, Mahoma y Jesús. Este último, según la información que recibió Vorilhon, es el fruto de unión entre el jefe de los Elohim y una terrestre. Solo falta el final al estilo “Luque, soy tu padre”

Esta interpretación tan creativa -o desquiciada- de la Biblia no termina aquí. En 1945, el año de la explosión atómica de Hiroshima y del nacimiento de Vorilhon, comienza una nueva época: la del Apocalipsis, donde la verdad puede ser presentada en términos científicos, y no alegóricos. En 1974, luego de su encuentro místico-psicodélico, Vorilhon (que ya había adoptado el nombre de Rael) publica un libro llamado, modestia aparte, “El libro que dice la verdad”.

Al año siguiente, el 7 de octubre, vuelve a encontrarse con su amigo extraterrestre, quien lo convence de dar un paseo y lo lleva a conocer el planeta de los Elohim. No sabemos cuánto duró el viaje, pero por lo visto la charla durante el trayecto fue interesante. Cuando regresó, Rael tenía mucha más información. Entre otras cosas, se enteró de que su padre era en realidad el jefe supremo de los Elohim, llamado Yaveh (ahora sí: “Luque, soy tu padre”), quien embarazó a su madre mediante inseminación artificial -sistema aburrido si los hay- durante una abducción. Como al pasar, le cuentan también que de la misma manera había sido inseminada la madre de Jesús. Rebosante de la sabiduría adquirida en su viaje, Rael funda el Movimiento Raeliano en 1976. Después celebrar algunas conferencias, Rael se fue a vivir a Quebec (Canadá), lugar particularmente tolerante para con las minorías religiosas. Allí estableció su centro del Movimiento Raeliano Internacional, que en 1998 cambió su nombre al de Religión Raeliana.


Un entusiasta grupo de seguidores de Rael, en Corea.
El movimiento en sí es una organización piramidal, donde en la cima se encuentra (como habrás adivinado) Claude Vorilhon, con el cargo de Guía Planetario. En los seis niveles siguientes (Guía Obispo, Guía Sacerdote, Asistente Guía, Animador y Ayudante animador) se cuentan unos 1500 seguidores que conforman la cúpula del movimiento. En la base de la pirámide, y distribuidos por todo el mundo, hay unos 50.000 seguidores. Un grupo “interesante” es Orden de los Ángeles de Rael, creada especialmente en 1990 y conformada solo por mujeres (unas 160), que tiene como misión “atender afectiva y sexualmente a Rael y a los profetas Elohim cuando regresen a la Tierra”. Cuando uno lee esto, comienza a buscar a ET por todas partes.

El sexo es un tema muy especial entre los seguidores de este gurú. Dado que somos simples creaciones de laboratorio, no hay motivo alguno para reprimir nuestros deseos sexuales. La Religión Raeliana no solo desconfía del matrimonio, al que considera un contrato inútil, sino que estimula la máxima libertad sexual, siempre y cuando no se abuse de los demás. Los Raelianos propician la masturbación, el control de natalidad y las relaciones ocasionales.


160 fieles tienen como misión “atender afectiva y sexualmente a Rael"
La financiación del movimiento proviene de los aportes de sus seguidores y de muchos que (si bien no creen en todo este tema del OVNI, la verdad revelada, “Luque soy tu padre” y los Elohim) esperan ser clonados mediante la tecnología que este grupo maneja. De hecho, Clonaid, la empresa que ha sido noticia más de una vez por sus -supuestos- éxitos en la clonación de humanos, pertenece al movimiento. La clonación, al ser la tecnología responsable del origen del hombre según el “Evangelio según San Rael”, es una pata muy importante de la estructura de creencias de los raelianos. Tanto, que al morir se les extrae el hueso frontal a partir del cual serán regenerados como adultos sanos y vigorosos cuando, en 2035, los Elohim regresen a la Tierra.

Muchos consideran que este grupo es una secta. Técnicamente hablando tienen algunas características propias de esas agrupaciones, pero no todas, así que no pueden encasillarse como tal. Sin embargo, no deja de ser curioso (y hasta alarmante) que más de 50.000 personas puedan seguir a ciegas a un tío que dice que ET es su padre, que forma un grupo de mujeres solo para “satisfacer sus necesidades afectivas” y que, encima, les promete que en 2035 serán clonados. Aparentemente, este mundo da para todo.

Enlaces Movimiento raeliano en Wikipedia

La modelo robótica que desfilará “desnuda”

Del 23 al 29 de abril en Japón se celebra La Semana de la Moda. Y ya conocemos a nuestros simpáticos amigos orientales, ellos no festejan nada sin ponerle un poco de tecnología de punta al convite. Por eso, será durante esa semana que se presentará al mundo, de manera oficial, a la modelo robótica HRP-4C. Y no será cualquier presentación: ¡la ginoide estará desnuda! Al menos, así lo anuncian...
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Pero tampoco hay que entusiasmarse: HRP-4C no es anatómicamente correcta, así que no verás ninguno de sus imponderables robóticos. La ginoide, que desafía al Valle Inexplicable, apenas pesa 43 kilogramos y mide 1,58 centímetros. Fue creada por el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Avanzada y es capaz de hablar, sonreír, enfadarse y hasta de sorprenderse. Más aún, y como se puede ver en el vídeo, HRP-4C es capaz de caminar como un humano.

Este “humano cibernético”, como prefieren llamarla sus creadores, fue desarrollado tanto para la industria del entretenimiento, como para cosas un poco menos frívolas. Es que al tener las mismas características de una persona, HRP-4C podría encargarse de tareas poco gratas para nosotros, como pueden ser pruebas de seguridad con coches, simulaciones de accidentes, etc. Por supuesto que para todo esto no necesita esa hermosa cara de modelo, la cual se puede sustituir por un casco al estilo Robotech (que también le queda muy bonito).


HRP-4C: Sin cara de modelo
Pero para todo eso falta, como dijo Hirohisa Hirukawa, uno de sus creadores: “Tecnológicamente todavía no ha llegado a ese nivel. Incluso en el mundo de la moda, la gente de la industria nos ha dicho que ella es bastante baja y con una figura ordinaria.” Menos mal que HRP-4C es un robot, sino ese comentario hubiese dejado una gran huella en su autoestima…

¿Quieres una ginoide como esclava sexual? Al momento HRP-4C no está a la venta, pero su valor rondará los 160.000 euros (sin carita de modelo). ¿Muy caro para tu bolsillo? Pues, tal vez puedas conseguir a la maestra robótica por la mitad del valor de HRP-4C y, de paso, cumples una fantasía

Robots programados para amar

Si hay algo que sobra es literatura y cine donde los robots se vuelven en contra de sus creadores. Es probablemente el escenario futurista más popular, pero aunque haya personas que quieran utilizarlos para la guerra, hay otros que quieren utilizarlos para el sentimiento más noble de todos… el amor. Kenji es un robot programado para emular emociones humanas tales como el amor y, aunque al principio todo parecía ir acorde al plan, en poco tiempo se dieron cuenta lo malo que puede ser amar en demasía.
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Kenji demuestra que mucho amor no siempre es bueno.Siempre hablamos y bromeamos (y no tanto) sobre cuando los robots, que construimos con nuestras grasosas y humanas manos, se levanten contra nosotros y nos declaren la guerra. Pero nunca hablamos de cuando estos mismos robots nos apoyen y hasta nos amen. Eso es lo que estuvieron haciendo en el Centro de Investigación Robótica Akimu, pero al parecer tampoco salió tan bien como lo esperaban.

Kenji es un robot humanoide de tercera generación programado para emular de manera convincente emociones humanas. Luego de varias pruebas afirmaron que Kenji era capaz de demostrar amor y el Dr. Akito Takahashi, principal investigador del proyecto dijo: “Inicialmente estábamos muy complacidos de ver una porción de nuestra alma vivir en esta ‘máquina’”.

De todas maneras lo que parecía ir viento en popa terminó en sucesos inesperados. Kenji formaba parte de un experimento de varios robots que tenían instalado un software genérico diseñado para reaccionar emocionalmente a estimulaciones externas. La primera demostración de amor la hizo con una muñeca a la que se pasaba abrazado durante horas. Luego hacía simples e insistentes consultas sobre el paradero de la muñeca en caso de no verla.


¿El amor robótico puede llegar a ser peligroso?Hasta aquí todo bien, el robot respondía como los investigadores esperaban. Sin embargo, a medida que avanzaban los meses y el programa aprendía ciertas cosas, llegó un punto donde el amor se tornó tan intenso, que terminó siendo una complicación. La prueba más clara fue con una joven interna que pasó muchas horas con Kenji probando sus sistemas y cargando nuevas rutinas. A la hora de irse de la habitación, el robot no la dejaba salir y utilizaba su pesado cuerpo para cubrirle la salida y abrazarla repetidas veces. La muchacha se vio obligada a llamar a dos miembros del equipo para que lo desactiven temporalmente.

Según el Dr. Takahashi “A pesar de nuestro entusiasmo, es claro que los impulsos y comportamientos de Kenji no son enteramente racionales o genuinos.” También afirmó que es posible que Kenji deje de funcionar, pero se ve optimista que otros triunfarán donde Kenji falló.

Ahora nos preguntamos… ¿acaso en el humano el amor negado no lleva a los celos y los celos (generalmente) a la violencia irracional o al capricho? Al parecer el robot se está comportando como lo haría cualquier humano perdidamente enamorado.